sábado, 29 de abril de 2017

LA BASE DE NUESTRA ESPIRITUALIDAD

Idea de Don Bosco. Líneas fuerzas de nuestra espiritualidad 

Don Bosco, Fundador de los Cooperadores Salesianos 
Hemos visto cómo Don Bosco se sintió llamado a fundar una "familia" que trabajara en favor
de la juventud y las clases populares. De los tres grupos que la forman inicialmente, nos vamos a detener ahora en el de los Salesianos Cooperadores. 

De las primeras "negativas"...

Tras concebir la audaz configuración de los colaboradores en salesianos "internos" y "externos", Don Bosco elabora para esta novedosa Congregación unas Reglas o Constituciones que envía a Roma en 1864 para su aprobación. El Último capítulo está dedicado a los "salesianos externos" y consta de cinco artículos: 
Cualquier persona, aun viviendo en el siglo, en su propia casa o en el seno de su propia familia, puede pertenecer a nuestra Sociedad .
No hace ningún voto; pero procurará practicar aquella parte del Reglamento que es compatible con su edad, estado y condición, como seria organizar o enseñar el catecismo a los niños pobres, promover la difusión de los buenos libros, procurar que se celebren triduos. novenas, ejercicios espirituales y otras obras de caridad especialmente dirigidas al bien espiritual de la juventud o del pueblo sencillo. 
Para participar de los bienes espirituales de la Sociedad, es preciso que el socio haga al menos una promesa al Rector de dedicarse a aquello que juzgue ser para mayor gloria de Dios. 

Esta promesa no obliga ni siquiera bajo pena de pecado venial.

Todo miembro de la Sociedad que, por cualquier motivo razonable, saliera de la misma, es considerado como miembro externo y puede seguir participando de los bienes de la Sociedad, con tal de que practique ¡aparte del Reglamento prescrita para los extremos”. 

La novedad de una sociedad así concebida resulta “escandalosa” en Roma y provoca su rechazo. Comienza entonces un proceso de sucesivos cambios y eliminaciones en el proyecto de Constituciones, que dura diez años: reducción de cinco a cuatro artículos, suprimiendo el último; inserción del Capitulo como Apéndice a las Reglas. Don Bosco se resiste tenazmente, por su conciencia de fundador de algo nuevo, pero obtiene siempre la misma respuesta negativa. Ni el desarrollo de la reflexión teológica ni la legislación vigente daban, por aquel entonces, un espacio concreto a su intuición y experiencia vital.

Este proceso concluye en 1874, con la aprobación de las Constituciones de los Salesianos sin el célebre capitulo y sin mención alguna a los "externos', privadas así de la genial intuición del Fundador. 

…..hasta la aprobación del Reglamento (1876)

Pero Don Bosco no se desanima. Ante la imposibilidad de hacer entender a juristas y teólogos su idea de los 'salesianos externos", piensa en la estructura de una a modo de "Orden Tercera", al estilo de los Terciarios Franciscanos. Convierte a estos "externos" en "Unión de Cooperadores Salesianos", y perfecciona y elabora un "Reglamento" que ya le habían pedido sus primeros seguidores y colaboradores. Es aprobado, finalmente, el 9 de mayo de 1876 por el Papa Pío IX (Decreto 'Curo sicuti"). Este Reglamento es el que figura en el Apéndice del actual PVA. 

Según el pensamiento de Don Bosco, el Reglamento debe servir de vínculo con el que "los católicos que lo deseen puedan asociarse a los Salesianos y trabajar con criterios comunes y estables para mantener constantes e invariables los fines y las actividades tradicionales" 

La gran intuición carismática y específica 

Don Bosco es original y audaz en su proyecto de incorporar a los laicos, sobre todo, a la misión salvadora. Esos "salesianos externos" son y serán, en su mayoría, laicos. "Es necesario que, en estos tiempos; contemos en el mundo con amigos; bienhechores; personas que, practicando lo que es propio del espíritu de los Salesianos, vivan, en sus propias familias, tal y como lo hacen los Cooperadores Salesianos"

El Capítulo General XX de 1971, dirá: El nuevo clima eclesial nos da la posibilidad de realizar el gran proyecto de Don Bosco: la unión de todos aquellos que, impulsados por su espíritu, sienten deseos de trabajar en favor de la juventud. Un poco después, afirma: "La vocación del Cooperador es; esencialmente, una llamada a servir en la Iglesia Es el eco de las palabras del propio Fundador a D. Lemoyne, su primer biógrafo, el 16 de febrero de 1884: "He estudiado mucho la manera de fundar los Cooperadores Salesianos. Su verdadera y directa finalidad es servir a la Iglesia..." (situados en la iglesia local).

Este tipo de proyecto para seglares no se había concebido ni intentado con tal amplitud, anteriormente. Sigue diciendo Don Bosco: "Haciéndose Cooperadores, pueden seguir en sus ocupaciones ordinarias, viviendo incluso en su familia, come si de hecho estuvieran en la Congregación" 

Herederos y responsables de un legado histórico 

En este marco de hechos y vivencias, y en las condiciones actuales, para quienes desean seguir a Don Bosco, la interpelación y el reto son evidentes: 

  • Los Salesianos Cooperadores son depositarios de la voluntad del Fundador;
  • Depositarios de su carisma, "don de Dios" a la Iglesia toda; 
  • Son, somos, responsables, por tanto, de la permanencia de ese carisma, de su desarrollo y vigencia, de su crecimiento en la Iglesia. 
La Asociación y sus miembros responden a lo permanente de este carisma especifico, esencialmente laical y de servicio a la iglesia. "Cooperadores Salesianos, cooperadores de nuestro ministerio, estad seguros y convencidos de la gran posibilidad que tenéis de hacer el bien: practicadlo con valor y serenidad. Sed levadura destinada a fermentar la masa..." (Juan XXIII).

Somos portadores de un carisma. Este carisma tiene un ritmo, un movimiento, al que podemos asignar fechas... Pero todo carisma auténtico es una realidad viva. Hoy no se puede hacer progresar ni crecer nuestro carisma en sintonía con el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, sin ser fieles, al mismo tiempo, a Don Bosco y al Concilio Vaticano II.


El PVA en los arts. 2 a 5 de su Estatuto recogen estos elementos específicos y definidores del Salesiano Cooperador al afirmar que: 

  • Comprometerse como Salesianos Cooperadores es responder a la vocación salesiana y asumir un modo específico de vivir el Evangelio y de participar en la misión de la Iglesia.Es, a la vez, un don y una opción libre que da calidad a la existencia. 
  • Inspirándose en el proyecto apostólico de Don Bosco, sienten vivamente la comunión con los demás miembros de la Familia Salesiana. 
  • La Asociación de los Salesianos Cooperadores es uno de los Grupos de la Familia Salesiana. Junto con la Sociedad de San Francisco de Sales, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora y los demás Grupos oficialmente reconocidos, es portadora de la vocación común salesiana y corresponsable de la vitalidad del proyecto de Don Bosco en el mundo. 
APOSTOLADO EXTERNO SS.CC. SADOSA
IDS COCHABAMBA

LIDERES IDS COCHABAMBA


JUEGOS DE INTEGRACION

JUEGOS EN EQUIPO

TRABAJO INDIVIDUAL

EQUIPO DE SS.CC. SADOSA

lunes, 24 de abril de 2017

LA ESPIRITUALIDAD DEL SALESIANO COOPERADOR

  CONTEXTO EN QUE SURGE EL SALESIANO COOPERADOR
Origen espiritual de nuestro grupo. Desarrollo del carisma propio. 

En la primera mitad del siglo XIX, comienza en Italia la "revolución industrial". Su desarrollo es lento y Turín se ve afectado, aunque no directamente. El problema es otro; Turín es la capital de Piamonte y ofrece un gran atractivo a los aldeanos y a los montañeses, que escapan de la pobreza del mundo rural. El fenómeno de la "inmigración" crece de forma desorbitada, en pocos años. Las familias pobres y los jóvenes se encuentran ante un panorama desolador. La población se multiplica y el problema de la "vivienda" hace que los recién llegados se amontonen por calles y plazas, ofreciéndose como mano de obra barata, sobre todo en la construcción. Los jóvenes son los que se ven más gravemente afectados por esta situación: explotados en el trabajo, que a duras penas logran conseguir; sin techo, sin familia, sin escuela y sin ayuda, en una ciudad hostil y extraña. Muchos acaban en la cárcel, tras intentar conseguir lo necesario para sobrevivir. 

Primeras intuiciones y primeros pasos 

Don Bosco llega a Turín en 1841, recién ordenado sacerdote, y descubre esa triste realidad. Comprueba la necesidad que estos jóvenes tienen de una palabra amiga, de afecto, de calor humano, de amor. No sólo necesitan comida y cobijo, sino una familia, con lo que ésta supone: afecto, presencia amiga, seguridad, alimento, techo, ropa, instrucción adecuada, educación, preocupación por el trabajo... En esos momentos, Juan Bosco empieza a "entender" el "sueño de los nueve años": el Espíritu le mueve a dar respuestas concretas a las necesidades de esa juventud. En un principio, Don Bosco no tiene idea clara acerca del tipo de acción que su vocación le pide; pero sí está seguro de que la Providencia le lleva, gradualmente, a ser "fundador" de obras en favor de los jóvenes. Es consciente de que no puede actuar solo ni conseguir gran cosa... Y busca una posible "unión de fuerzas apostólicas" con las que formar una 'familia'. Así nace en Turín la "Obra de los Oratorios", en la que trabajan sacerdotes, madres de familia, seglares ricos y pobres, jóvenes y adultos.

Muy pronto ve Don Bosco la necesidad de distinguir dos tipos de colaboradores: “los que pueden disponer de sí mismos y se creen llamados se agrupan en torno a él, en una vida de comunidad... (Llegando a ser religiosos); los demás, los 'externos", viven con sus familias, pero continúan en la "Obra de los Oratorios". Los primeros se agruparán en la "Pía Sociedad de San Francisco de Sales' y se llamarán "Salesianos"; los segundos, lo harán en la "Unión o Congregación de San Francisco de Sales" y se les llamará "promotores o cooperadores", unidos a los Socios (los religiosos) para actuar en favor de la juventud pobre y abandonada. Hasta ese momento, la dedicación de todos ellos en favor de los muchachos es exclusiva. Pero la Providencia va sugiriendo a Juan Bosco la preocupación por la juventud femenina. Basándose en un grupo de jóvenes de Mornese, animadas por María D. Mazzarello, funda con ellas, en 1872, el "Instituto de las Hijas de María Auxiliadora". De este modo, queda configurado el proyecto fundacional de Don Bosco: los tres grupos iniciales forman una "familia espiritual" diversificada en sus componentes, pero fuerte e íntimamente unida en su dedicación plena a la juventud pobre y abandonada y a las clases populares. Esta familia espiritual tiene un carácter único y peculiar. Don Bosco aparece así como el iniciador de una experiencia de tipo carismático original, constituyéndose en punto de referencia obligado para todos los que, desde cualquier estado y condición, intentan seguirle.

He aquí unas palabras de aliento del Pd. Angel Fernandez SDB, para continuar con nuestra vocación de Salesiano Cooperador.


Mensaje a los Salesianos Cooperadores del Rector Mayor Pd. Angel Fernandez, marzo 2017.

Salesianos Cooperadores SA.DO.SA., enero 2013

Pd. Angel Fernandez y SS.CC.

Encuentro de la Familia Salesiana Enero, 2017

Salesianos Cooperadores SA.DO.SA. abril 2017

sábado, 8 de abril de 2017

LA PROMESA DEL SALESIANO COOPERADOR

Tras un proceso de formación que suele durar entre tres y cinco años, los aspirantes a salesianos cooperadores prometen para toda su vida seguir los ideales de Don Bosco con la siguiente fórmula:
Oh Padre, te adoro porque eres bueno y amas a todos.
Te doy gracias porque me has creado y redimido
porque me has llamado a formar parte de tu Iglesia
y en ella me has hecho conocer a la Familia apostólica de Don Bosco,
que vive para Ti al servicio de los jóvenes
y de las clases populares.
Atraído por tu Amor misericordioso,
quiero corresponder a él practicando el bien.
Por eso, después de una seria preparación,
PROMETO
esforzarme por vivir el Proyecto evangélico
de la Asociación de los Salesianos Cooperadores.
Así pues, me comprometo:
a ser fiel discípulo de Cristo en la Iglesia Católica;
a trabajar por tu Reino, especialmente en la promoción y salvación de los jóvenes;
a profundizar y dar testimonio del espíritu salesiano;
a colaborar, en comunión de Familia, con las iniciativas apostólicas de la Iglesia local.
Dame, Padre, la fuerza de tu Espíritu, para que sepa ser fiel a este propósito de vida.
¡María Auxiliadora, Madre de la Iglesia, me asista y me guíe!
Amén.
 Los hermanos promesantes del 2016


Promesante: Jaime Rojas SSCC

Promesante: Thonchi SSCC

Encuentro nacional SSCC mas promesantes  Cochabamba, Julio 2016

Encuentro Nacional extraordinario SSCC mas promesantes Sucre, diciembre 2016

miércoles, 5 de abril de 2017

IDENTIDAD Y APOSTOLADO

Nuestra identidad y apostolado


Oratorio Santo Domingo Savio 
De acuerdo al Reglamento de 1886, los salesianos cooperadores son laicos, sacerdotes diocesanos y otros que poseen una madurez y riqueza humana, católicos que participan activamente de la vida de la Iglesia y que se sienten auténticos salesianos comprometidos con la obra educativa de Don Bosco. En las regulaciones, los salesianos cooperadores resaltan tres elementos como pilares de su identidad: vocación, carácter laical (aunque pueden pertenecer sacerdotes diocesanos) e identidad salesiana.
Guadalupe Amurrio SS.CC. SA.DO.SA. ( en su trabajo TIGO)
Como salesianos externos (según la definición que de ellos hacía Don Bosco), los cooperadores tienen una gran apertura de acción en beneficio de la juventud más necesitada. Ante todo se presentan como testigo del Evangelio, animadores y colaboradores de la vida laical de la Iglesia y partícipes en todos los campos educativos en donde sea posible la aplicación del sistema preventivo como colegios, oratorios, espacios de la comunicación social y voluntariado, entre muchos otros.

Los candidatos a la ASC deben aceptar un periodo de preparación que se conoce como formación y que sigue las directivas de cada región, inspectoría o agrupación afiliada a la ASC. Ante todo, el candidato debe ser una persona que se identifique a plenitud con el carisma de Don Bosco, es decir, que se preocupa de la educación y salvación del joven, especialmente de aquel que está en peligro o en situación de necesidad.
Encuentro departamental SS.CC. Cochabamba (Formación)

Nora, Franco, Jessica y Maciel SS.CC.SA.DO.SA.

Apostolado SA.DO.SA.
Jorge Quinteros SS.CC. cajero Money Gram

lunes, 3 de abril de 2017

Día del peatón, un día de locura

El baile de la ala de pollo

Cochabamba celebró el día domingo 2 de abril, el primero de tres días del peatón  que está programado  este año, y la asociación SS.CC.SA.DO.SA tuvimos un día muy intenso lleno de alegrías, confraternización, bailes y mucho, pero mucho trabajo, ya que este centro realizó una venta de alitas picantes y dulces (barbecue BBQ), teniendo mucha aceptación por parte de los parroquianos de la zona, que asistieron en gran número a dicha actividad a disfrutar de un delicioso preparado, quienes también disfrutaban de las ocurrencias de este grupo muy unido, poniendo en práctica el aguinaldo de este año “SOMOS FAMILIA: Cada hogar, escuela de vida y amor”.

Familias felices

Este actividad empezó a hrs. 11:00 de la mañana, después de la celebración de la eucaristía y el último plato se terminó de vender a hrs 19:45 para luego realizar la evaluación correspondiente y concluir con la oración de despedida a hrs 21:00.

Alitas cociendose
Salsa BBQ
Lindo trabajo
Manos en acción
familias felices
Comensales felices
happy hours
Bailecito de entremesa
Foto de grupo después de la evaluación


Posted via Blogaway